Utilice un colaborador de proyectos para sus diseños Web
Muchas empresas de diseño Web comienzan ofreciendo sus servicios a diestra y siniestra y todo se maneja por medio de correo electrónico. Es una forma directa y barata de mantener al tanto a nuestros clientes con respecto al estatus del proyecto. Pero no es suficiente. Rápidamente, el cliente pide cambios, revisiones, o el cliente se pierde, no contesta y retoma las cosas semanas después. Luego Ud. borra su correo por accidente y no tiene como recuperar la información que el cliente consideró de “vital importancia” o probablemente, meses después de lanzar el diseño Web Ud. se acuerda de que no tiene el snippet de Google Analytics instalado, y tiene que poner cara de burro cuando el cliente le pregunta cuántas personas han visitado su sitio Web desde que el diseño se puso al aire.
Existen más recetas como las listadas anteriormente para el desastre y entre más proyectos tenga corriendo de forma simultánea, más probabilidades tiene de que esto suceda. Sobretodo cuando menos lo espera o prefiere. Por eso es mejor llevar todos sus diseños Web con un colaborador para proyectos.
La función de un colaborador de proyectos
Si uno lo piensa detenidamente, un diseño Web es un proyecto con un número indeterminado de tareas. Las tareas se agrupan en fases, y el cliente va revisando/modificando las fases según el avance del proyecto. Dichas tareas cumplen un plazo, se manejan o intercambian archivos que el cliente necesita o la empresa de diseño Web necesite (ejemplo un logo, fotos, copia de texto) etc.
Un colaborador de proyectos es la goma que une tareas, plazos, archivos, recordatorios, puntos a discutir y demás, todo en uno. El email no está diseñado para esto. Un correo es para comunicar entre un bando o varios, pero jamás para organizar archivos por proyecto, etc. Se puede hacer, pero es hacerlo manualmente correo por correo, archivo por archivo, plazo por plazo. Aquí es donde uno debe de preguntar, ¿Es mi trabajo diseñar sitios Web? o ¿Estar acomodando correos?
Dentro del proceso de cualquier diseño Web (sea desde cero o rediseño) tenemos una serie de tareas que casi siempre son las mismas las cuales son:
- Las fases de planeación y definición de objetivos que el sitio necesita cumplir
- El listar la información de arquitectura.
- El realizar prototipos (wireframes o esbozos) hechos primero a mano y luego posteriormente refinados en Photoshop.
- La fase de cortar el PSD a HTML-CSS-jQuery e integrar dicho corte a un CMS de su elección.
- Depurar los detalles finales del diseño Web antes de ponerlo al aire.
Obviamente existen más tareas de por medio pero estas son las principales que todo diseño Web ha de tener.
Un colaborador de proyectos nos permite granular dichos pasos y listar tareas para cada etapa (por ejemplo el hosting, dominio, Analytics, creación de cuentas de correo, definir paletas de color y demás).
¿Cuál colaborador de proyectos debería de elegir?
Esto es una pregunta difícil de contestar por que existen sabores para todos.
Básicamente podemos hacer dos distinciones con respecto a qué criterio aplica para cada empresa de diseño Web o no y elegir en base a ello.
El precio
Fácil de preguntarse. ¿Vale la pena pagar o no? Para nosotros, sí. Vale la pena. Creemos que al tener dinero de por medio existe cierto compromiso por parte de la empresa para no sólo tener un producto decente, sino que innovarlo, actualizarlo y mantenerlo. Tanto ellos (los que desarrollan el colaborador) como nosotros, queremos algo a largo plazo. El dinero hace que ambas partes queden satisfechas.
El gratis es genial y de todo, pero no existe compromiso por parte de nadie para actualizarlo y puede ser que algún día desaparezca y su empresa de diseño Web se halla con las nalgas en el aire cuando se queda sin reemplazo.
La información que va en esos proyectos es información sensible, y creemos que debe de estar siempre segura y accesible.
Por lo tanto, el veredicto nuestro es, el precio es algo justo y lógico para el buen desarrollo.
¿Okay, pero cuánto debería de pagar?
Existe un abanico de posibilidades. Muchos cobran por cantidad de proyectos, y otros por cantidad de usuarios. Nosotros preferimos por cantidad de proyectos por que esos son los que mandan. Los usuarios, dependiendo del proyecto de diseño Web, pueden haber uno, dos o hasta tres usuarios que son los que deciden a la hora de aprobar las tareas realizadas por nosotros.
Como dato, siempre mida cuántos proyectos normalmente lleva y haga un plan en base a eso. Si tiene menos proyectos de los que paga, siempre puede darle un downgrade a su plan o si tiene más, pues bueno, eso es un bonito problema, no 🙂 ?
La interfaz
Muchos clientes viven por y para el email. Nuestra filosofía empresarial dista mucho de ella y no vamos a cambiarla por nuestros clientes. Nos gusta trabajar en proyectos de diseño Web, no nos gusta estar intercambiando correos y darle CC a media humanidad.
Con esto fuera del camino, la interfaz del usuario es clave. ¿Por qué? Por que si vamos a sacar a el cliente fuera de su hábitat tenemos que usar una interfaz que sea bella, cristalina y sólida. Si lo vamos a sacar de utilizar correos para que utilice una interfaz fea, poco intuitiva, mal diseñada y que huele a parche por doquier, el cliente nos va a pedir que mejor lo administremos vía email. Y ahí se nos van a caer las medallas por que no tenemos cara para decirle que no. Tiene razón.
En este departamento hemos utilizado cuatro herramientas que son de pago las cuales son:
- Basecamp
- Lighthouse
- Zoho
- JIRA
Y Basecamp patea traseros en términos de diseño de interfaz. Demasiado sencillo de utilizar, ver archivos, tareas, discusiones y notas. Zoho y JIRA tienen demasiadas opciones que confunden al cliente y no existe un contraste suficiente para ver tareas y las cosas que el cliente necesita ver. Basecamp se fue de la ruta compleja, con un montón de botones a una ruta simple, pocos botones que tiene lo que uno necesita para ver el estatus del proyecto. Esto es válido tanto para el cliente como para la empresa de diseño Web.
La limpieza que utiliza Basecamp para manejar proyectos es envidiable. Recientemente hicieron un rediseño a su interfaz y se nota el esfuerzo y atención al detalle. Además, el precio de entrada ($20 por 10 proyectos) es excelente, aún para empresas de diseño Web nuevas.
Además tiene un plus que los otros no tenían cuando las utilizábamos (aunque Lighthouse sí que la tiene) el cual es para los clientes que definitivamente NO PUEDEN sin sus emails, está la opción de contestar tareas por medio de ellas (sólo contestar, no crear, ni borrar, ni editar).
Cerrando
Utilice un colaborador de proyectos para llevar de manera simultánea sus proyectos de diseño Web. Sus clientes y se lo agradecerán y pienso que es una forma simple y sencilla de erradicar la dependencia de correos desde la infancia de una compañía. Es una forma demasiado simple, sencilla y eficiente de no entrar en el caos de llevar muchas tareas al mismo tiempo y así mismo, hay una transparencia clara y definida con respecto a lo que se tiene que hacer y tanto sus clientes como compañeros de trabajo están al tanto con respecto al estatus del proyecto y lo que falta por hacer.
Natalie Brenes
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Muchas empresas de diseño Web comienzan ofreciendo sus servicios a diestra y siniestra y todo se maneja por medio de correo electrónico. Es una forma directa y barata de mantener al tanto a nuestros clientes con respecto al estatus del proyecto. Pero no es suficiente. Rápidamente, el cliente pide cambios, revisiones, o el cliente se pierde, no contesta y retoma las cosas semanas después. Luego Ud. borra su correo por accidente y no tiene como recuperar la información que el cliente consideró de “vital importancia” o probablemente, meses después de lanzar el diseño Web Ud. se acuerda de que no tiene el snippet de Google Analytics instalado, y tiene que poner cara de burro cuando el cliente le pregunta cuántas personas han visitado su sitio Web desde que el diseño se puso al aire.
Existen más recetas como las listadas anteriormente para el desastre y entre más proyectos tenga corriendo de forma simultánea, más probabilidades tiene de que esto suceda. Sobretodo cuando menos lo espera o prefiere. Por eso es mejor llevar todos sus diseños Web con un colaborador para proyectos.
La función de un colaborador de proyectos
Si uno lo piensa detenidamente, un diseño Web es un proyecto con un número indeterminado de tareas. Las tareas se agrupan en fases, y el cliente va revisando/modificando las fases según el avance del proyecto. Dichas tareas cumplen un plazo, se manejan o intercambian archivos que el cliente necesita o la empresa de diseño Web necesite (ejemplo un logo, fotos, copia de texto) etc.
Un colaborador de proyectos es la goma que une tareas, plazos, archivos, recordatorios, puntos a discutir y demás, todo en uno. El email no está diseñado para esto. Un correo es para comunicar entre un bando o varios, pero jamás para organizar archivos por proyecto, etc. Se puede hacer, pero es hacerlo manualmente correo por correo, archivo por archivo, plazo por plazo. Aquí es donde uno debe de preguntar, ¿Es mi trabajo diseñar sitios Web? o ¿Estar acomodando correos?
Dentro del proceso de cualquier diseño Web (sea desde cero o rediseño) tenemos una serie de tareas que casi siempre son las mismas las cuales son:
Obviamente existen más tareas de por medio pero estas son las principales que todo diseño Web ha de tener.
Un colaborador de proyectos nos permite granular dichos pasos y listar tareas para cada etapa (por ejemplo el hosting, dominio, Analytics, creación de cuentas de correo, definir paletas de color y demás).
¿Cuál colaborador de proyectos debería de elegir?
Esto es una pregunta difícil de contestar por que existen sabores para todos.
Básicamente podemos hacer dos distinciones con respecto a qué criterio aplica para cada empresa de diseño Web o no y elegir en base a ello.
El precio
Fácil de preguntarse. ¿Vale la pena pagar o no? Para nosotros, sí. Vale la pena. Creemos que al tener dinero de por medio existe cierto compromiso por parte de la empresa para no sólo tener un producto decente, sino que innovarlo, actualizarlo y mantenerlo. Tanto ellos (los que desarrollan el colaborador) como nosotros, queremos algo a largo plazo. El dinero hace que ambas partes queden satisfechas.
El gratis es genial y de todo, pero no existe compromiso por parte de nadie para actualizarlo y puede ser que algún día desaparezca y su empresa de diseño Web se halla con las nalgas en el aire cuando se queda sin reemplazo.
La información que va en esos proyectos es información sensible, y creemos que debe de estar siempre segura y accesible.
Por lo tanto, el veredicto nuestro es, el precio es algo justo y lógico para el buen desarrollo.
¿Okay, pero cuánto debería de pagar?
Existe un abanico de posibilidades. Muchos cobran por cantidad de proyectos, y otros por cantidad de usuarios. Nosotros preferimos por cantidad de proyectos por que esos son los que mandan. Los usuarios, dependiendo del proyecto de diseño Web, pueden haber uno, dos o hasta tres usuarios que son los que deciden a la hora de aprobar las tareas realizadas por nosotros.
Como dato, siempre mida cuántos proyectos normalmente lleva y haga un plan en base a eso. Si tiene menos proyectos de los que paga, siempre puede darle un downgrade a su plan o si tiene más, pues bueno, eso es un bonito problema, no 🙂 ?
La interfaz
Muchos clientes viven por y para el email. Nuestra filosofía empresarial dista mucho de ella y no vamos a cambiarla por nuestros clientes. Nos gusta trabajar en proyectos de diseño Web, no nos gusta estar intercambiando correos y darle CC a media humanidad.
Con esto fuera del camino, la interfaz del usuario es clave. ¿Por qué? Por que si vamos a sacar a el cliente fuera de su hábitat tenemos que usar una interfaz que sea bella, cristalina y sólida. Si lo vamos a sacar de utilizar correos para que utilice una interfaz fea, poco intuitiva, mal diseñada y que huele a parche por doquier, el cliente nos va a pedir que mejor lo administremos vía email. Y ahí se nos van a caer las medallas por que no tenemos cara para decirle que no. Tiene razón.
En este departamento hemos utilizado cuatro herramientas que son de pago las cuales son:
Y Basecamp patea traseros en términos de diseño de interfaz. Demasiado sencillo de utilizar, ver archivos, tareas, discusiones y notas. Zoho y JIRA tienen demasiadas opciones que confunden al cliente y no existe un contraste suficiente para ver tareas y las cosas que el cliente necesita ver. Basecamp se fue de la ruta compleja, con un montón de botones a una ruta simple, pocos botones que tiene lo que uno necesita para ver el estatus del proyecto. Esto es válido tanto para el cliente como para la empresa de diseño Web.
La limpieza que utiliza Basecamp para manejar proyectos es envidiable. Recientemente hicieron un rediseño a su interfaz y se nota el esfuerzo y atención al detalle. Además, el precio de entrada ($20 por 10 proyectos) es excelente, aún para empresas de diseño Web nuevas.
Además tiene un plus que los otros no tenían cuando las utilizábamos (aunque Lighthouse sí que la tiene) el cual es para los clientes que definitivamente NO PUEDEN sin sus emails, está la opción de contestar tareas por medio de ellas (sólo contestar, no crear, ni borrar, ni editar).
Cerrando
Utilice un colaborador de proyectos para llevar de manera simultánea sus proyectos de diseño Web. Sus clientes y se lo agradecerán y pienso que es una forma simple y sencilla de erradicar la dependencia de correos desde la infancia de una compañía. Es una forma demasiado simple, sencilla y eficiente de no entrar en el caos de llevar muchas tareas al mismo tiempo y así mismo, hay una transparencia clara y definida con respecto a lo que se tiene que hacer y tanto sus clientes como compañeros de trabajo están al tanto con respecto al estatus del proyecto y lo que falta por hacer.
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